El pacto fue "revisado y ratificado" por la Asamblea Nacional Popular (ANP), el máximo órgano legislativo del gigante asiático, cuya reunión bimensual terminó este sábado, informó Xinhua. "La ratificación del acuerdo responde a los intereses de China y ayudará al país a jugar un papel más importante en la gobernanza climática global", asegura la agencia oficial.
Horas después, Obama y Xi entregaron al secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, los documentos que certifican la adhesión formal de sus países al tratado. Ban se mostró optimista sobre la posibilidad de que, tras esta acción conjunta, el acuerdo pueda entrar en vigor a finales de año.
"Algún día veremos esto como el momento en que finalmente decidimos salvar nuestro planeta", aseguró Obama durante una ceremonia celebrada en el idílico lago del Oeste en Hangzhou. El presidente estadounidense alabó los esfuerzos realizados con China en la lucha contra el cambio climático a pesar de sus diferencias en otros ámbitos: "estamos dando ejemplo. Como las dos mayores economías y los dos mayores emisores del planeta, nuestra entrada en este acuerdo continúa el impulso de París y debe dar la confianza al resto del mundo de que nos dirigimos hacia un futuro con bajos niveles de carbono".
La lucha contra el cambio climático es uno de los ámbitos en que ambas potencias parecen hablar casi el mismo idioma. Xi y Obama marcaron un hito a finales de 2014 al fijar objetivos para reducir las emisiones de dióxido de carbono y su decisión fue vital para que 180 países llegaran a un acuerdo en la cumbre de París. A pocas horas de que empiece el G20 en la ciudad china de Hangzhou, ambos mandatarios vuelven a dar un golpe de efecto y presionan así a otras naciones a seguir su estela.
El acuerdo de París entrará en vigor 30 días después de que como mínimo 55 países que agrupen el 55% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero lo hayan ratificado. Hasta el momento 24 naciones han pasado el trámite (en su mayoría países isleños del Pacífico y el Caribe), pero sus emisiones apenas superan el 1% del total.
La decisión de Estados Unidos y China de unirse al grupo es un avance decisivo porque ambos son responsables de aproximadamente un 40% de las emisiones mundiales. "El anuncio conjunto envía una fuerte señal al mundo de que el acuerdo de París ha pasado del consenso a la acción. El compromiso adquirido hoy aumenta las posibilidades de que el pacto pueda entrar en vigor mucho antes, pero debe ser visto solamente como un punto de partida, no el final, de la acción global contra el cambio climático", asegura en un comunicado Li Shuo, responsable de Política Climática y Energética de Greenpeace en el este de Asia.
Según el acuerdo alcanzado en París, China se compromete a alcanzar su pico de emisiones en el año 2030 -Pekín asegura que lo logrará incluso antes- y a aumentar hasta el 20% la proporción de fuentes no contaminantes en su consumo total de energía. Estados Unidos, por su parte, deberá reducirlas en un 28% para 2025.