ArreBeef lo hará con biogás de la descomposición anaeróbica de los desechos de la faena; es el primero en su rubro que venderá la energía a la red nacional eléctrica.
El segundo frigorífico exportador de carne vacuna de la Argentina invertirá US$ 4,3 millones para producir energía en base a estiércol bovino.
Se trata de ArreBeef, fundado en 1921 por Jaime Borrell y con planta en Pérez Millán, en el partido de Ramallo. El año pasado, esa empresa fue la segunda exportadora de carne del país con 23.327,2 toneladas por US$ 131,5 millones.
La firma, que faena 1100 animales por día, presentó un proyecto en el marco del plan RenovAr 2.0 y ahora espera firmar un contrato a 20 años con Cammesa, la empresa que administra el mercado mayorista eléctrico, para luego construir una planta de biogás.
"Vamos a generar energía eléctrica a través del biogás producido por el estiércol, el contenido ruminal de los animales, la sangre y materia orgánica", contó a LA NACION Hugo Borrell (h), director general de la empresa.
Será el primer frigorífico del país que producirá energía de esta manera. Lo hará en un 70% con el estiércol y el contenido ruminal y el 30% restante con la sangre y materia orgánica que sale del biodigestor que se usa para este proceso.
Para la construcción de la planta la firma se contactó con empresas italianas, austríacas y alemanas. Ahora tiene que decidir con qué compañía llevará adelante la construcción, que tiene un plazo de obra de 520 días corridos.
"Vamos a empezar la construcción lo más rápido posible. No sólo vamos a usar energía para nosotros, sino que la vamos a vender; Cammesa nos va a pagar por lo que nos sobra", señaló Hugo Borrell padre, presidente de la firma.
Según precisó, hoy el frigorífico tiene un gasto mensual de energía que ronda los US$ 200.000 por mes. "Vemos que la energía viene subiendo y es un consumo importante el que tenemos", señaló.
Frente a este costo, la firma transformará el estiércol en energía eléctrica aportando una potencia de 1,5 megavatios (MW) al Sistema Argentino de Interconexión (SADI) a un precio ofertado de US$ 150 MW/hora.
"Es una inversión que se va a repagar en cuatro o cinco años", apuntó Borrell. "Este proyecto contribuye a disminuir considerablemente el impacto al medio ambiente logrando un aprovechamiento más eficiente de cada uno de los residuos orgánicos que surgen del proceso productivo", señala la empresa en un informe.
Además de la generación de energía eléctrica, del proceso también surgirá un abono que la firma usará para fertilización en sus campos.