Ecológico
13/11/19
Clarín
En Vicente López reparten recipientes para fomentar el compostaje domiciliario

Sirven para convertir residuos orgánicos en fertilizantes naturales de las plantas. Los entregan gratis.

 

 

Generar menos basura es uno de los desafíos “eco” más importantes de nuestros días. Con esta premisa, Vicente López puso en marcha un programa destinado a fomentar el compostaje domiciliario, un proceso que permite transformar residuos orgánicos -restos de frutas, verduras y comida, por ejemplo- en abono natural o compost.

 

En esta primera etapa, unos 85 vecinos se sumaron a la iniciativa, participaron de las charlas y talleres, y más de 50 recibieron su compostera de manera gratuita.

 

A través del proyecto, las autoridades intentan no sólo estimular que la gente se enganche sino, también, enfrentar prejuicios y correr barreras que suelen desanimar la práctica. “No tengo el recipiente”; “genera olor y atrae moscas”; y “no sé qué hacer después con el compost” son las excusas que se escuchan con frecuencia y desde la Comuna pretenden desterrar mediante las capacitaciones.

 

Como parte del plan, también, entregan los recipientes. Y luego, en conjunto con las ONGs “Más oxígeno”, “Regenerar”, “Doná tu basura” y la “Red Ambiental”, hacen un seguimiento de cada vecino que inició el proceso.

 

Los expertos calculan que alrededor del 40% de los residuos que genera a diario una familia es materia orgánica. “Principalmente enseñamos que cada uno debe ser responsable de su huella y contaminar lo menos posible. En este sentido, el compostaje ayuda a reducir de manera notoria el impacto ambiental de la basura, que es muy alto”, explica Gabriel Vanelli, director de Ambiente y Eficiencia Energética local . Y detalla: “También hay empresas instaladas en el Distrito -como Arcos Dorados (Mc Donald's), Eset y Parexel- que están compostando en sus oficinas”.

 

Cuando estaba recorriendo una feria orgánica, Leticia Brauer se enteró de estas charlas y no dudó en anotarse. “Yo hacía compost de manera casera porque sentía que mucho de lo que iba al tacho se podía aprovechar. Pero en los encuentros aprendí un montón y me dieron un recipiente más adecuado que el que tenía”, sostiene la vecina que utiliza el abono para fertilizar los cactus y suculentas que son su hobby.

 

“Nos anotamos mi hermana, mi mamá, una amiga y yo”, cuenta Carolina Cardoso. “Hay que removerlo para que no tenga olor y le puse lombrices californianas para acelerar el proceso -indica a la hora de revelar algunos secretos que aprendió en los talleres-. También es muy importante que los chicos vean y explicarles la importancia de reciclar y de tirar menos basura”.