Ecológico
23/03/15
La Nación
La ley de energías renovables, impracticable por falta de fondos

Dice que en 2016 el 8% de la electricidad del país deberá provenir de esas fuentes, pero sólo se llegó a 2% y escasean los proyectos; las empresas creen que no se cumplirá

 

Un año antes de que venza el plazo de la ley de energías renovables, el sector afirma que no hay forma de cumplirlo. Según esa norma, para 2016, el 8% de la energía eléctrica de la Argentina debería provenir de fuentes renovables. Según un estudio de la consultora KPMG, hasta hoy sólo se ha alcanzado el 2 por ciento.

El sondeo entre directivos y personal de las principales empresas de energías renovables en el país reporta que únicamente 7% de los participantes considera que es "posible" cumplir esa ley. Para el 67%, alcanzar esa meta en 2016 es "poco probable", y 26% estima que el porcentaje alcanzado oscilará entre 4 y 6%.

Entre distintos actores del sector hay coincidencia: el principal obstáculo para cumplir con los plazos que fija la ley 26.190 es la falta de financiamiento. Marcelo Álvarez, presidente de la Cámara Argentina de Energías Renovables, dijo a LA NACION que este factor resultó "excluyente" para alcanzar las metas fijadas en 2006. "La mayor parte de los contratos [surgidos de la ley] se cayó cuando las empresas que ganaron las licitaciones se enfrentaron a que, para obtener recursos, les pidieron garantías especiales o no les tomaron el contrato como un aval", dijo.

Para Luis Rotaeche, coordinador del Área de Energías Renovables del Instituto Argentino de la Energía General Mosconi y autor del libro Energías renovables en Argentina, el obstáculo es similar: "Se trata evidentemente de un problema financiero nacional: el país se peleó con naciones relevantes en el plano económico y así es muy difícil encontrar financiamiento para estos u otros proyectos". La sola falta de inversiones, estimó Rotaeche, basta para limitar las aspiraciones de la ley. "Desafortunadamente no es el único problema: el marco regulatorio de la ley es pobre y hay una gran debilidad institucional."

La gran mayoría de los directivos de empresas del ramo (89%) piensa que es necesario reformar la ley 26.190. Existe, de hecho, un proyecto de reforma impulsado por el senador Marcelo Guinle (FPV). La propuesta, que recibió media sanción del Senado en diciembre, fija 2017 como el año en que se alcance el 8% de participación de energías renovables en la generación eléctrica nacional y aspira a que sea 20% en 2025.

El proyecto de Guinle incluso señala que los "incentivos de remuneración adicional" de la ley vigente. "No fueron ni son suficientes [...]. Son por demás bajos en un contexto de precios del mercado spot fuertemente subsidiados."

A este respecto, Rotaeche destacó que la iniciativa de reforma trae el tema de las energías renovables al debate público. "Es necesario que se discuta, porque de esto no se habla, y ésta es una de las grandes virtudes de esta propuesta, pero si queremos un verdadero impulso de las energías renovables debemos tener en cuenta problemas legales y financieros en todos los niveles."

La cuestión que surge es si de sancionarse esta reforma la Argentina podrá evitar los errores que ya afectaron a la ley vigente. "Indudablemente, sin una política de Estado que ponga en marcha todo lo que dice la ley, puede llegar a pasar lo mismo. Depende de la voluntad política del Estado llevar todo esto a cabo", dijo Dolores Duverges, directora de Política Ambiental de la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN).

Omar Díaz, socio a cargo de Energías Renovables en KPMG, explicó a LA NACION que el financiamiento ha sido "un problema" en el sector desde hace mucho tiempo. "La promoción de leyes debe encaminarse a eliminar la incertidumbre", dijo. Para Díaz, la falta de confianza en los resultados de toda inversión frena los recursos que impulsarían el desarrollo de energías renovables.

Asimismo, Díaz recordó cómo la sanción de la ley 26.190, en 2006, "dio un gran impulso inicial, y ahora, en esta segunda etapa del modelo, debemos establecer normas para que el desarrollo de las energías renovables en forma sustancial despegue".

La certidumbre resulta crucial en este rubro porque, según los directivos de las empresas, la principal fuente de inversiones es el financiamiento bancario (48%), al que le siguen las reservas de efectivo (18%).

La energía eólica es la que tendrá, de acuerdo con 41% de los empresarios, el mayor desarrollo a largo plazo en el país. Le siguen la hidráulica y los biocombustibles, con 18%; la solar, con 12%; la de biomasa, 9%, y geotérmicos, 3 por ciento.

De todos los encuestados, 15% opinó que la aplicación de energías renovables no generaría un ahorro económico para el país. Al respecto, Omar Díaz comentó que esa percepción se debe, probablemente, a que hay quienes piensan que aún falta mucho camino por recorrer antes de que estas fuentes de energía representen un verdadero ahorro.

¿Cuánto beneficiaría a la Argentina utilizar energías renovables? Rotaeche lo ilustra así: "Si toda la generación eléctrica del país proviniera de la energía eólica, sólo estaríamos utilizando 1 por ciento del potencial de energías renovables que tenemos. Estamos sentados en una mina de oro y no hacemos absolutamente nada".

 

Un horizonte lejano

 

8%

Objetivo para 2016

Según la ley 26.190, a más tardar el año próximo esa porción de la electricidad del país deberá provenir de fuentes de energía renovable

 

7%

Optimistas

Según una encuesta hecha por la consultora KPMG entre empresas del sector, sólo esa proporción cree que se cumplirán los plazos que establece la ley

 

2%

Hasta ahora

Por falta de financiamiento, los proyectos del sector son escasos y se llegó apenas a una mínima proporción del objetivo trazado

 

67%

Pesimistas

El sondeo dice que esa magnitud de consultados considera que no se cumplirán los plazos de la ley. La mayoría lo atribuye a falta de financiamiento

 

Luis rotaeche

Instituto Gral. Mosconi

"El país se peleó con naciones relevantes y así es muy difícil encontrar financiamiento"

 

Marcelo Guinle

Senador del FPV

"Los incentivos de remuneración adicional [de la ley] no fueron ni son suficientes"