Se lanzan las licitaciones para que finalmente la Argentina figure en el mapa de las energías renovables, cumpliendo con las leyes promulgadas en los últimos años y ahora deben reglamentarse; la meta es llegar al 20% de energía renovable en 2025.
La primera ley de incentivo a las nuevas fuentes de energía renovables en Argentina fue la 25.019 en 1998, modificada por la 26.190 en 2006, que estableció como objetivo lograr hasta 2016 una contribución de las fuentes de energía renovables hasta alcanzar el 8 por ciento del consumo de energía eléctrica nacional. Hoy la generación por energías renovables representa menos del 2% del total de la matriz energética, es decir, bastante menos de lo que pretendía la 26.190 a través de su programa Genren.
La semana pasada estuve con Carlos Saint James, co-fundador y ex presidente de la Cámara Argentina de Energías Renovables y actual Managing Director de la consultora Santiago & Sinclair. Saint James vivió varios años en la Argentina y se desenvolvió como Presidente de la Cámara de Energías Renovables en la época del Genren, durante la cual parecía que la Argentina estaba por despegar en materia de energías renovables. Luego del evento de AIREC el miércoles 11 de mayo, tuve oportunidad de hacerle algunas preguntas.
-¿Que pasó con la ley 26190 y el Genren? ¿No deberíamos hoy ya contar con 8% de energías renovables en el país?
-El Genren estuvo bien planteado y podría haber sido un éxito si en ese momento la Argentina hubiera sido más amigable hacia la inversión extranjera. Uruguay pagaba mucho menos por la energía y sin embargo los inversores extranjeros prefirieron apostarle al país vecino. No olvidemos que en esa coyuntura los inversores no podían ni siquiera transferir dividendos al exterior. Sin embargo el Genren recibió ofertas por 1437 MW superando el pedido en un 40%.
-Sos estadounidense: ¿qué te atrae nuevamente de la Argentina luego de estar dos años fuera del país?
-I’m Argentine! Me enamoré del país y cuando vivía aquí adopté la ciudadanía argentina. La nueva ley 27.191 establece que el país deberá consumir 20% de energías renovables para el año 2025 y 8% para el 31 de diciembre 2017. Soy optimista que el país lo logrará o al menos estará cerca creando gran cantidad de parques eólicos y solares aprovechando ambos recursos que figuran entre los mejores del mundo en distintas zonas del país. 8 de cada 10 llamados de inversores interesados en mercados emergentes que recibimos preguntan exclusivamente por la Argentina.
-¿La Argentina es la nueva estrella de América Latina?
–Chile instaló más de 1100 MW de energía solar en los últimos 4 años y Uruguay ya suma más de 700 MW de eólica, mientras que la Argentina tiene menos de 15 MW solares y 130 MW eólicos. Desde el 2010 hasta el 2015 se invirtieron en promedio US$ 20.000 millones en energías renovables en América Latina, de los cuáles cero vinieron a la Argentina.
Parque solar Cañada Honda, en San Juan
Acá está todo por hacerse; las empresas y fondos internacionales están mirando de cerca. Dada la situación económica internacional y regional, los inversores no temen invertir en activos a largo plazo, como son los parques eólicos y solares. El ingreso de capitales podría generar un circulo virtuoso para la economía, en términos de generación de empleo y desarrollo de industria local, siempre y cuando las inversiones en energía renovables incluyan contratación de mano de obra y profesionales locales, de manera a que Argentina logre capitalizar el conocimiento asociado a estas instalaciones para el desarrollo del mercado a mediano plazo. Estamos frente a una oportunidad única, pero tenemos poco margen de error.
-¿Por qué podría fracasar?
-Por un lado los inversores siempre tienen cuidado cuando se trata del largo plazo. Si bien este Gobierno está estableciendo reglas claras y transparencia, no sabemos cuantos años seguirá y si el siguiente mantendrá las reglas. Más allá de la disponibilidad de liquidez en el mercado de capitales, no está nada fácil conseguir deuda, que representaría cerca del 70% del dinero necesario para los proyectos.
Además, en licitaciones recientes en países como Perú o México los grandes jugadores que consiguen financiación a precios únicos han cotizado el MWh eólico en US$ 37 y el solar en US$ 41.
Si bien se consideraría un éxito para el país que los primeros parques se liciten a estos precios y queden en manos de los grandes jugadores como Engie, Enel Green Power y Acciona, se corre el riesgo de que luego nadie pueda participar (dado el costo de capital tan barato que consiguen) y que se deje afuera la posibilidad de contar con componentes de origen local.
-¿Dónde ves el riesgo?
-Por un lado en los tiempos estipulados que parecen muy ambiciosos. Solo falta un año y medio para diciembre 2017. Espero que si se logra un 6% en lugar del 8% se considere un éxito. Por otro lado, yendo a las licitaciones, los inversores hablan del “riesgo CAMMESA” (Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico) que es la que se compromete a comprar la energía con contratos a 15 o más años. Hace poco me reuní con Sebastian Kind, Subsecretario de Energías Renovables del Ministerio de Energía en Washington, donde sostuvo que CAMMESA obtendrá una calificación AAA y garantías del Banco Mundial. A mi criterio con que tenga “Investment Grade” ya sobra para generar confianza. Pero en mi tiempo aquí aprendí que nunca se debe subestimar el poder de persuasión de un argentino.
Rodrigo Herrera Vegas es co-fundador de Sustentator.com
Fuente: Diario La Nación