Según el experto Erico Spinadel se podrán aprovechar las condiciones de vientos como recurso para la generación de energía eléctrica a baja escala siempre y cuando su reglamentación no limite la potencia a unos pocos kW.
Por Guido Gubinelli
Se espera que durante este mes haya novedades en la Cámara de Diputados sobre el proyecto de Ley que apunta a que todos los usuarios del territorio nacional puedan inyectar energía renovables a la red eléctrica.
Según declaraciones públicas de legisladores y funcionarios del Poder Ejecutivo, se espera que entre fines de este año y principios del próximo la Ley de Generación Distribuida esté aprobada y reglamentada. Cabe destacar que la propuesta goza de apoyo de distintos sectores técnicos y políticos.
De ser así, e instrumentarse los incentivos que prevé el “Fondo para la Generación Distribuida de Energías Renovables” (FODIS), se prevé un importante movimiento en el mercado doméstico de las energías limpias.
Generalmente sucede que la energía que más crece en modelos de generación distribuida mediante renovables es la solar. No obstante, para Erico Spinadel, titular de la Asociación Argentina de Energía Eólica (AAEE) y especialista en la materia, “la eólica también va a tener su campo de acción”.
Observa que para ello “todo va a depender cómo se reglamente” la Ley, dado que el texto del proyecto no fija un límite de conexión determinada sino que explicita, en su Artículo 6, que “la reglamentación establecerá diferentes categorías de Usuario-Generador en función de la magnitud de potencia de demanda contratada y capacidad de generación a instalar”.
Según Spinadel, de permitirse conexiones hasta 300 kW, la energía eólica tendrá más posibilidades de desarrollo.
Explica que en lugares donde los consumos eléctricos son altos, como parques industriales o countries y barrios cerrados, la colocación de aerogeneradores es óptima dado que “los molinos requieren menos espacio por igual potencia que los paneles solares”.
Otra ventaja con la que cuenta la energía eólica por sobre la solar es que esta última “depende de cómo estén orientadas las viviendas, su geometría constructiva para que se puedan instalar los paneles; en cambio los molinos no están sujetos a esos límites”, indica el presidente de la AAEE.
Quizá el aspecto más importante de desarrollo de la energía solar es que para potencias de hasta 1 kW es más conveniente la colocación de módulos fotovoltaicos, sobre todo porque requieren de un mantenimiento más simple que los aerogeneradores de baja potencia y una instalación más sencilla.
Obviamente que cada caso estará sujeto al recurso que se pueda aprovechar en cada zona: sea eólico, solar, biomasa, biogás o pequeños aprovechamientos hidroeléctricos.
A propósito, Spinadel recuerda que el 70 por ciento del territorio argentino es aprovechable para la explotación de la energía eólica y que existe un padrón de fabricantes de aerogeneradores de baja potencia con certificación del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI).
Actualmente, 15 de los 18 fabricantes nacionales de molinos de hasta 2,5 KW trabajan junto al INTI en la certificación de equipos, sometiendo sus aerogeneradores a ensayos de curvas de potencia, seguridad y funcionamiento, durabilidad y emisiones sonoras; además del diseño de partes y equipos, comunicación del producto, conocimiento del mercado y otros aspectos productivos.