Muniboletin
05/06/23
Ciudadinnova
Condiciones para transformar una ciudad o territorio de forma eficaz

Introducción

El título del artículo puede parecer muy genérico….y realmente, lo es. Y es así de genérica, voluntariamente porque la forma de abordar cualquier problema, o cuestión de una cierta entidad, en un territorio, aparte de apoyarse en las características propias de cada lugar, debería aplicar un mismo patrón de 4 conceptos.

 

El punto de partida es que aspiramos a transformar nuestros territorios y ciudades de forma que ofrezcan una mejor calidad de vida a toda su población y que sean, a la vez, respetuosos con el medio ambiente. El objetivo no es, pues, redactar extensos y detallados documentos sino, transformar la realidad de nuestras sociedades.

 

Para ello, es preciso abordar las grandes cuestiones de cada lugar. Desde la definición y puesta en marcha de una estrategia de desarrollo local a resolver temas como los de la seguridad, la movilidad, la pobreza, la naturalización de la ciudad, la generación de empleo o cualquier otro que se plantee. Y la solución de todos ellos solo puede venir de la aplicación de un mismo conjunto de pautas.

 

Las 4 pautas a seguir

Ese conjunto de pautas que entiendo que hay que seguir si queremos avanzar de verdad en la transformación y mejora de una ciudad son:

 

  1. Acción a largo plazo. En efecto, para resolver cualquier tema de cierta entidad, si no queremos limitarnos a poner un parche provisional sino que aspiramos a resolver el problema, ello va a requerir tiempo. Por lo tanto, debemos entrar en un proceso de planificación, seguido de un despliegue progresivo y continuado de las distintas actuaciones previstas a lo largo del tiempo.
  2. Integralidad de la acción. Cada problema a resolver tiene múltiples facetas y es necesario abordarlas todas ellas de forma integrada. Para abordar la pobreza, probablemente deberemos aprobar ayudas alimenticias y para la vivienda además de trabajar a favor de la generación de empleo y de mejorar la educación. Es la acción conjunta en todos los ámbitos que inciden en la pobreza (o la movilidad o la seguridad o el empleo o…) la que va a generar resultados realmente transformadores. No es eficaz, pues, la implementación de proyectos aislados sino que únicamente puede serlo la aplicación de múltiples acciones coordinadas que traten las múltiples derivadas del problema.
  3. Transversalidad, que significa que hay colaboración activa entre àmbitos diversos. Eso significa que colaboran distintos departamentos municipales entre sí y que colaboran departamentos municipales con actores diversos de la sociedad. Esa colaboración únicamente es posible cuando las diversas partes que colaboran comparten un mismo objetivo. Más aún, cuando la sociedad comparte un objetivo común, la colaboración lleva a la generación de sinergias. En efecto, la colaboración entre distintos actores en pro de un objetivo común genera resultados -les podemos llamar también valores añadidos- que no aparecerían sin esa colaboración.
  4. Para cumplir con los 3 apartados anteriores -trabajar a largo plazo, de forma integral y de forma transversal- es un requisito previo que la municipalidad sea capaz de adoptar un rol de liderazgo colaborativo. Eso es, necesita combinar el liderazgo de la ciudad con la capacidad de actuar como un actor más de la ciudad en la definición y despliegue de las soluciones que se planteen. Eso implica también la capacidad de sumar los recursos municipales, humanos y económicos, a los del resto de actores locales.

 

Conclusiones

Cada uno de estos conceptos da para un largo desarrollo aunque aquí solo pretendía agruparlos en un mismo artículo para resaltar la importancia de aplicarlos a la vez al resolver cada uno de los grandes problemas que se nos plantean.

 

Finalmente, la posibilidad de poner en juego esos conceptos solo es posible si el gobierno local/territorial adopta la actitud de liderazgo colaborativo que le va a permitir liderar y, a la vez, sumar los recursos de todos los actores en pro del proyecto común.

 

Por Alain Jordà