Muniboletin
22/03/18
ONU Hábitat
Desarrollo Urbano en América Latina: retos y oportunidades

Elkin Velásquez, Director de la Oficina Regional para el Caribe y América Latina de ONU-Habitat explica los retos, avances y perspectivas a las que se enfrenta la región con respecto al desarrollo urbano sostenible y la implementación de la Nueva Agenda Urbana.

 

América Latina y el Caribe son la región más aplicada en la implementación de la Nueva Agenda Urbana, (NUA) ya que cuenta con un plan de acción conjunto para implementarla, sin embargo, aun enfrenta retos y oportunidades que debe atender para lograr un desarrollo urbano sostenible que traiga beneficios reales para todas las personas.

 

ZONIFICACIÓN

 

Hay un problema grave en el desarrollo de las ciudades que es la segregación socioespacial. Ciudades que tienen por un lado a los ricos y en otro los pobres, en un lado la parte industrial, en otra la comercial, y suena normal. Sin embargo, zonificar las áreas urbanas no ayuda a la productividad, genera exclusión y no las vuelve resilientes al cambio climático.

Hoy, el enfoque debe ser los usos múltiples del suelo. Si en Bogotá se hiciera algo así, quienes viven en la ciudad tendrán sus trabajos cerca, así como los servicios básicos, el esparcimiento y la posibilidad de hacer sus trámites administrativos. Eso evitaría el efecto péndulo que se ve en la capital, en el que muchos se desplazan por la mañana largos tramos y en la tarde regresan, generando trancones y pérdida de productividad alta. Pasa lo mismo en Buenos Aires, São Paulo, Lima y muchas más ciudades. Ese modelo fracasó y debe reajustarse poco a poco.

En África, que tiene un 35 % de urbanización, y en Asia, con cerca del 50 %, tienen margen para hacerlo bien. En América Latina, con un 75 % de urbanización, la tarea es más compleja porque toca intervenir las áreas construidas. Y sus límites no se deben expandir.

 

LEGISLACIÓN URBANA

 

 

Se necesita trabajar más en la generación de políticas urbanas nacionales. Hay países como Argentina, Chile y Bolivia que avanzan en este campo a buen paso. Colombia ha hecho parte de la tarea, con la creación de un documento Conpes (que determina dirigir recursos y políticas en torno a determinados objetivos nacionales) para el fortalecimiento de ciudades, el cual puede ser completado con diferentes elementos de política pública; hay un reto grande para que esto facilite las acciones de las entidades territoriales.

En este apartado, Colombia, en 1997, creó la ley que ha permitido dotar a los municipios con los planes de ordenamiento territorial; ahora, estos aún deben mejorar y adaptarse a la realidad para ser útiles en términos de decisiones financieras, calificaciones y mediciones. Ecuador camina por una línea parecida a la colombiana.

Brasil avanzó mucho al crear el Estatuto de la Ciudad, que dio vida al Ministerio de las Ciudades, hace diez años. Va bien, pero debe adaptarlo a las líneas contemporáneas.

 

PLANIFICACIÓN NACIONAL

 

América Latina tiene una deuda importante en este ámbito, pues entraron en desuso los planes nacionales en las décadas de 1980 y 1990, lo que llevó a situaciones tan complejas como por ejemplo: hasta hace cinco años, México sumaba cinco millones de viviendas vacías, porque las estaban construyendo sin responder a un plan urbano, entonces edificaban en un lote a 30 o más kilómetros de los centros urbanos; la gente compraba, ocupaba y entendía que era un despropósito el desplazamiento, por costos y tiempos. Eso en productividad genera muchas afectaciones. Apenas se está recuperando la planificación.

En Colombia ha sido muy importante la construcción de viviendas para reducir la pobreza, lo que se convirtió en política de Estado. Aún hay que esperar unos años para medir mejor su impacto social.

 

FINANCIACIÓN

 

Los recursos públicos y de los bancos de desarrollo no son suficientes para revertir la situación de las ciudades. Se necesita mucha participación del sector privado. Hay que encontrar soluciones innovadoras para financiar el desarrollo urbano sostenible.

Por ejemplo, se observa que hay muy pocos proyectos de renovación urbana, muy difíciles de estructurar, y para que haya cambios sustanciales en los próximos años. En el caso de Bogotá, se necesitan 20 proyectos para transformar la vida urbana. En la región latinoamericana se necesitarían 200 grandes proyectos, solo contando las ciudades más grandes.

Falta estructurar bien los proyectos para acceder a los recursos económicos, porque hay muy buenas ideas, pero falta aterrizarlas. Hay una plataforma de trabajo colectivo de integración que se llama "Ecosistema de fondos regional para el desarrollo urbano disponible’, para tratar de solucionar el desafío de los recursos.

 

LO LOCAL

 

Se necesita que los 18.000 municipios que hay en América Latina se enteren de que hay una Nueva Agenda Urbana para el desarrollo sostenible; que se enteren de que hay una metodología para implementar esas operaciones urbanas; que manejen los marcos nacionales que les facilitan su desarrollo. Y que cuenten con liderazgo local, con participación efectiva de la sociedad civil, la academia y el sector privado. Lo que no ocurre en lo local, no ocurre en lo macro.