Actualmente, 8 de cada 10 personas en América Latina y el Caribe (ALC) vive en una ciudad; esta es una cifra que en los últimos años se ha vuelto muy popular por su gran relevancia para la formulación de políticas urbanas. Pero, ¿cuántas de ellas viven en mega-ciudades, ciudades intermedias o pequeñas ciudades con menos de 100 mil habitantes?
Para responder esta pregunta, la Iniciativa de Ciudades Emergentes y Sostenibles (ICES), en el marco de su quinto aniversario, se puso en la tarea de obtener la información más reciente de la población y las tendencias de crecimiento demográfico y económico en la región, para obtener una visión completa de las ciudades latinoamericanas y así actualizar el llamado “Universo de Ciudades Emergentes”.
Este estudio (disponible aquí) muestra resultados muy interesantes. El primero de ellos es que actualmente hay 645 ciudades intermedias —aquellas con población entre 100 mil y 2 millones de habitantes— en América Latina, en las cuales viven 205 millones de personas, esto es, casi 4 de cada 10 habitantes de la región.
Pero más interesante aún resulta saber que de estas 645 ciudades, 242 son ciudades emergentes que cumplen con las siguientes características:
1. Su población está entre 100 mil y 2 millones de habitantes
2. Tienen un crecimiento poblacional mayor al promedio nacional
3. Su crecimiento económico es mayor al promedio nacional
¿Por qué nos interesan las ciudades emergentes?
Estas ciudades emergentes tienen un gran potencial para los países de América Latina, pues se puede prever que serán el motor de las economías de los países de la región en un futuro cercano, albergando a su vez una parte importante de población de estos países. Los resultados de este estudio nos muestran que hoy en día en las ciudades emergentes habitan 74 millones de personas [1]. Adicionalmente, estas ciudades producen cerca del 17% del PIB de la región [2].
Las tendencias de crecimiento de la población y de la economía nos confirman que el centro de gravedad en Latinoamérica se está moviendo cada vez más hacia las ciudades de menor tamaño. En el estudio encontramos que, en promedio, las ciudades intermedias crecen más rápido que las mega-ciudades y que el país en general, lo cual es aún más fuerte para las ciudades con población entre 100 y 500 mil. Estas ciudades son entonces relevantes tanto desde un punto de vista demográfico como desde el económico:
- Desde la perspectiva demográfica, resulta interesante ver que las ciudades con menor población crecen a tasas más aceleradas que las ciudades más pobladas y que el promedio nacional. Además, a medida que las ciudades crecen en el tamaño de su población, las tasas de crecimiento decrecen.
- Desde la perspectiva económica, la mayoría de las ciudades de menor población de la región muestran tasas de crecimiento económico más altas al promedio nacional, desacelerándose a medida que aumenta la población.
Esto parece sugerir que las ciudades de menor tamaño están mostrando un mayor dinamismo en su economía, lo que a su vez puede estar atrayendo a personas no solo del campo pero también de ciudades más grandes, quienes migran a ciudades más pequeñas con economías dinámicas en busca de oportunidades laborales y una mejor calidad de vida. Esta migración rural-urbana y urbana-urbana explica en parte las mayores tasas de crecimiento de la población en estas ciudades y es clave para entender hacia dónde se moverán las fuerzas económicas de la región en los próximos años.
Sin embargo, este crecimiento representa un reto para las ciudades intermedias en términos de movilidad, sostenibilidad fiscal y capacidad institucional, falta de planeación urbana, inequidad y mayor vulnerabilidad ante desastres naturales y cambio climático, entre otros, que se podrían agravar de no ser tenidos en cuenta en planes de desarrollo urbano de largo plazo.
Es por esto que hoy la Iniciativa de Ciudades Emergentes y Sostenibles es más relevante que nunca, pues busca ayudar a estas ciudades emergentes en la priorización y estructuración de proyectos que garanticen la sostenibilidad fiscal, ambiental y del crecimiento económico, para de esta forma explotar al máximo las oportunidades que el mayor crecimiento económico y demográfico le brindan a estas ciudades emergentes, y a su vez continuar apoyando a los países de la región en su camino hacia la prosperidad y la inclusión.
[1] Es importante tener en cuenta que para el cálculo del universo de ciudades emergentes no se tuvieron en cuenta Venezuela ni los países de Centro América y el Caribe por falta de disponibilidad de datos sobre crecimiento económico, por lo cual el número total de ciudades emergentes podría ser mayor.
[2] Se calculó solo para Argentina, Brasil, Bolivia, Colombia, Chile, Ecuador, México y Perú.
Ángela María Reyes es estudiante de la Maestría en Políticas Públicas en Harvard Kennedy School of Government (HKS), donde se enfoca en el tema de política urbana y social. Trabajó con la Iniciativa de Ciudades Emergentes y Sostenibles durante el verano de 2015. Fue asesora en el Ministerio de Hacienda y Crédito Público de Colombia, donde realizaba análisis de la economía y de las políticas públicas del Gobierno desde la Dirección de Política Macroeconómica. Adicionalmente, trabajó en la firma colombiana de consultoría económica EConcept, realizando proyectos relacionados con regulación, competencia, política fiscal y macroeconómica, entre otros. Ángela es Economista de la Universidad de Los Andes en Colombia y cuenta con una Maestría en Economía de la misma universidad.